domingo, 18 de julio de 2010

Una vez más, queridos amigos,luego de un largo tiempo sin escribir en este hermoso espacio,que es internet,me veo obligada a continuar con mi labor de "escritora".
¿Obligada por quién?, se preguntarán.
Obligada por mis propios sentimientos, que pujan por salir y demostrarse.
¿A qué se debe mi ausencia?,intuyo que se preguntan uds.,en tanto,lectores.
Se debe ni mas ni menos que a un motivo de índole personal.No daré más detalles.

El otro día,contemplando el viejo arcón de fotos,perfumado con el sutil olor de rosas marchitas por el tiempo y el espacio,una lágrima de nostalgia resbaló por mi mejilla envejecida y disimulada con rubor,ji ji.

Allí se demuestra el paso del tiempo.Ese insondable tirano.
Recordé algo.ALGO.

Mi hermano,vestido de marineríto.
Mis abuelos paternos,recién llegados de la Italia.
Los pinos de punta del este en los años 50.
(Perdoname, José Alberto, digo mucho. Tal vez tu sos más joven. Tus escrituras lo revelan. No pienses que soy arcaica o que estoy en contra de la yerba mate, simplemente tú sos joven. Yo,una vieja. Y quisiera verte,pero con esto,no me das corte.)

En ese entonces, yo era muy pequeñita.
Años más tarde, no hay fotos,yo concurría a la escuelita.
Qué tiempos,uf,me cuesta reconocerlo.
Recuerdo que en la tarde, sentada en un banco de la escuela, escribía un poema atrás del cuadernillo. Y Bárbara, mi institutriz, me tenía entre ceja y ceja.
Me sacó el cuadernillo de la mano. Miró el reverso con audacia y me mandó al fondo por mi insolencia.
_Marthita quiere ser escritora, pero acá en la clase hay que atenderme.
Mis compañeritos rieron. Uno de ellos,Juan Pedro Mondragón,actualmente mi médico personal, se puso con brío a cantar:
_ ¡Martha la escritora, la concha de la lora!
y mi profesora lo castigó: una redacción sobre el mal comportamiento, y una suspensión por respondón. Mi mis otros compañeros lo miraron con sorpresa, en esa época esas cosas eran como pegarle un tiro a la maestra.
En fin,amigos,que los recuerdos me han llevado a lugares insospechados,las maravillas de dejarse llevar por el arte de la escritura, como siempre digo, beso, pan y rosas.
Hasta la próxima,
los espera Martha con un rico té;)

5 comentarios:

  1. Un relato encantador, amiga.
    Me hizo mucha gracia lo del nene, eso que dijo.
    Te quiero mandar mi apoyo y un abrazo bien calentito, para evadir este frío insoportable.
    Besotes!!!

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  2. magistral como siempre Martha amiga.siga escribiendo que con gusto la leemos.
    Ah,conozco a Mondragón.

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  3. Gracias por tu visita.

    Estaremos compartiendo sentires, que a través de este medio pueden llegar muy lejos.

    Recibe mi cariño.

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  4. Hola, aquí estoy mirando y leyendo tu estupendo blog, gracias por tu invitación.

    Saludos afectuosos.

    Leonor

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  5. Parece que los jaimitos existieron en todas las épocas. Una descripción que pinta las imágenes de recuerdos que fueron saltando de pinos en punta del este a la etapa del colegio.
    Gracias por pasar por mi blog.
    Estás invitada a volver cuantas veces quieras.
    Ojalá escribas mucho más en el tuyo, y también concurriré para encontrarme con las sorpresas de tus letras.

    Un abrazo

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